Se ve que esta es la semana de los altibajos.
El martes por la mañana las clases transcurrieron tranquilas, formamos el grupo para el trabajo que tenemos que entregar a final de mes (me tocó con dos suecas y una iraní) y por la tarde fui con Lukas a Slottskogen, el parque del día de la barbacoa, para hacer fotos por allí (él tiene una cámara profesional, y hace unas fotos increíbles). Este paseíllo y la charlita me animó bastante, aunque fuera en inglés me sirvió para desahogarme después del desastroso lunes. Ya me estoy acostumbrando a hablar en inglés todo el día de todas formas…
Por la noche probé la sopa del día anterior, y sorpresa!! Estaba buena, me la comí con ganas y todo! Y eso a pesar de que no tenía fideos siquiera, no había encontrado fideos por ningún sitio… Así que el día terminó mucho mejor que el anterior, acabé más animada.
El miércoles fue el día de operación-bici: la Universidad de Chalmers organizaba una especie de “feria de bicis usadas” con bicis abandonadas que habían ido recogiendo por la ciudad. Por 50 sek (poco más de 5€) podías elegir una de las bicis y ellos te ayudarían a repararla. Aquello empezaba a las 12, pero Irene (la otra española) y yo nos plantamos allí a las 9:00 y menos mal, porque ya se había empezado a formar la cola y pudimos conseguir un buen puesto. Tras esperar, y esperar, y regañar a algunos colones (y yo que creía que esto en Suecia no pasaba…) conseguimos unas bicis bastante buenas, la mía sólo necesitaba un pedal y ruedas nuevas, pero por lo demás estaba perfecta (los cambios y ambos frenos funcionan, la cadena no está oxidada y funciona bien…), así que salí contenta de ahí. Para repararla preferí esperar a llevarla directamente a la tienda en lugar de hacerlo allí, porque no tenían las piezas allí mismo y tendría que ir a la tienda de todas formas.
Error!!! Tuve que cargar con la bici a cuestas desde Chalmer’s hasta Olofshöjd (con graves consecuencias para mis hombros, por supuesto) porque no andaba por sí sola (tiene un candado en la rueda delantera, hijo p…. el que se lo puso…).
Así que llegué a casa reventada, me eché una siesta (espero que no se convierta en costumbre…) y por la noche fui con Irene al Maxi Ica, un megahipertochosupermercado que tiene absolutamente de todo. Tomates rojos, verdes, alargados, redondos; especias de todo tipo, un montón de frutas, pasta, pan de mil formas, galletas… compré pescado (por fin, qué ganas tenía) y estaba baratísimo! Y eso que lo que compré fue unos cuantos lomos de salmón… y un paquete de otro pescado que no sé ni lo que es jaja Vaya, que ya sé dónde comprar a partir de ahora.
Por la noche estuve buscando información para el trabajo de clase, porque al día siguiente había quedado con mis compañeras para poner una puesta en común (sí, ya sé que lo hice un poco precipitado, pero así es como funcionan las cosas aquí…).
Hoy jueves ha sido un día raro, empezó bastante bien. Fui a Medicinaregatan a hacerme la foto para el carnet de la Universidad, luego fui a hacer el trabajo y en una hora nos organizamos bastante bien y planeamos la siguiente reunión; luego fui a Nordstan a comprar un saco de dormir de -17º baratísimo, que estaba a 500 sek y lo habían rebajado a 300 sek (gracias a que Jesús me avisó de que estaba de oferta), y luego fui a Handelsbanken y a Nordea, dos de los principales bancos de aquí, para pedir información para abrirme una cuenta: no tuve que esperar apenas cola, cosa que agradecí, así que pude volver pronto a casa para comer, aunque ambas visitas me sirvieron para poco (básicamente los de Nordea dicen que necesito un
personnumber, y los de Handelsbanken dicen que facilitaría mucho las cosas, pero que de todas formas tengo que ir a mi oficina más cercana, no a esa). Otro día probaré suerte con Swedbank…
Después de comer me relajé un poco dándome una ducha y vagueando por Internet, hasta que probé suerte a intentar llevar la bici hasta la tienda para repararla. Sabía que no podía meter bicis en el bus, pero aún así tenía que intentarlo, era la única forma de llevarla sin morir en el intento… Así que después de cargarla hasta la parada y esperar varios autobuses porque iban llenos, conseguí meterla en uno, pero me hicieron bajar en la siguiente parada, así que no hubo suerte, como me temía. La paradoja es que acordé dejarla por allí con un candado y volver en bus, y probé a preguntarle al del bus si me dejaba subirla, a lo que el hombre accedió, pero no era el bus que necesitaba… De verdad, yo no sé si esto es karma o qué, pero acaba con mis fuerzas. Al final dejé la bici allí y probaré suerte otro día a una hora más temprana para que no haya tanta gente en el bus, y a ver si vuelvo a pillar un conductor simpático…
Este es el supuesto recorrido a pie que tendría que hacer:
Llegué a casa bastante desanimada, porque la situación me sobrepasa. Odio la impotencia de no saber qué hacer. Dependo de la amabilidad del conductor al que le pregunte, y no sé qué día puedo volver a probar suerte, pero ya hasta el martes mínimo no puedo llevarla hasta la tienda, porque sólo abre martes, jueves y sábados durante dos horas, y este sábado estaré fuera… en esas estoy. Me habían dicho de ir a unos cuantos pubs, pero la verdad es que con tantas cosas por delante no me apetecía, necesitaba quitarme tareas de en medio. Para animarme puse un poco de incienso y música tranquililla, me hice un té con canela y estuve echándole un ojo a los dos libros que me he tenido que comprar para la asignatura de Cambio climático. Tengo el examen en menos de un mes y aún no había empezado...
También fui a intentar reservar una de las lavadoras de aquí, y al final lo conseguí (aunque tuve que pillar una que había de 22:00 a 00:00, pero para una española está bien ese horario, más tranquila estaré).
Por la noche cené uno de los filetes del pescado raro, y estaban bastante buenos.
Una de cal y otra de arena. Mañana más y mejor.