Este fin de semana hicimos una ruta por un camino que se llama “Vildmarksleden”, comenzando en Skatas (llegamos hasta allí con el tram 5 de Östra Sjukhuset, parando en Welandergatan). Fuimos Clément (Francia), Jesús, Armand, Andrés (España), Eythor (Islandia), Gergely (Hungría) y yo. No sé exactamente cuántos kilómetros haríamos, pueden ser entre 35-42, entre las vueltas que dimos antes de encontrar el camino…
Los paisajes preciosos, todo muy verde, cruzamos varios mini pueblecillos con casas de ensueño, ni un papel en el suelo, más o menos bien señalizado una vez que consigues ver por dónde está el color que te interesa (en mi caso el naranja) y con tablas de madera que ayudan a cruzar varias zonas que están encharcadas. Pasamos por varios lagos, bosque, matorral, más bosque… hasta que dimos con una zona buena para acampar y hacer una hoguerita. Tengo que decir que estaba súper a gusto, los chicos se habían traído cerveza y tuvieron el detalle de traerme una Franziskaner, así que entre la cerveza, el fuego en medio del bosque, pan con queso para cenar, cacahuetes, charla internacional… no se podía estar más feliz.
Como anécdotas: la garrapata que se le metió a Jesús en la barriga, echándose pálinka para poder sacársela y todos alrededor mirándola… los ronquidos de Andrés por la noche, y el juego de adivinar personajes al que jugamos alrededor de la fogata (Clément y su “afición” por los dibujos animados…).
Al día siguiente estuvo un poco nublado, pero como al final el día anterior no nos habíamos bañado en ninguno de los lagos (o había gente o teníamos que seguir…), el domingo tuve que darme un baño al llegar al último lago. El agua estaba bastante fría, pero luego me quedé como nueva… Gergely también se atrevió, y Andrés hasta la mitad jaja
Al llegar a casa me puse a estudiar un poco y dormí como un bebé. Qué ganas de hacer otra…
Os dejo un vídeo para que podáis ver mejor cómo es aquello!
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